jueves, 31 de diciembre de 2009

Ranking 2009: las 10 mejores canciones de la música uruguaya

Oído absoluto (Parte 1)

Uruguay sigue siendo una “caja de música” a gran escala. Sea por la reinvención de los músicos consagrados como por la constante irrupción de nuevos talentos, nunca faltan las grandes canciones ni los grandes discos. Combinando tradición y vanguardia, el 2009 volvió a entregar pruebas contundentes de que estamos en uno de los mejores momentos de la música uruguaya.

Por Diego Sebastián Maga
El 2009, volvió a demostrar que los artistas nacionales no pierden su curiosidad, siguen experimentando y provocando “saltos evolutivos”. Una cumbre creativa que se expresa bajo múltiples formas musicales extraídas del barrio y el mundo.
En esta edición, presentaremos un ranking con las 10 mejores canciones uruguayas del año. Un amplísimo mapa de sonidos que nos llevará por geografías tan diversas como el tango, el hip hop, la murga, el punk, el folclore, la música electrónica, la milonga, el rock y el pop. Este fabuloso viaje comienza así…

1: Cuarteto de Nos

“Mírenme”

Letras XL, ingeniosos e intrincados juegos de palabras, historias perversas, humor corrosivo, ironía descarada; contundencia rockera, sutilezas pop y mucho “hip hop”, son los ingredientes que vuelven irresistibles a muchas de las canciones que forman parte del nuevo disco de “El Cuarteto de Nos”. Sin llegar a la perfección conceptual y musical de “Raro”, en su nueva producción titulada “Bipolar”, agregan unos cuantos clásicos a la lista interminable de “hits” (de proyección internacional) que construyeron en su reinvención del Siglo XXI. Uno de ellos es el “hiphopero” y sarcástico “Mírenme” (rapeado a dúo entre Roberto Musso y Fernando Santullo).

2: Trotsky Vengarán

“Nada mal”

Los muchachos de “Trotsky Vengarán” están grandecitos ya pero aún así conservan esa desbordante energía adolescente. En su disco “Volumen 10” repiten la fórmula de toda su carrera… Y como siempre, nos hacen mover. Un gustoso agite provocado a la velocidad del mejor punk rock nacional, con buenas y callejeras historias que contar e infalibles estribillos pop que se pegan a los oídos como chicle. Razón por la que aún seguimos tarareando la pegajosa “Nada mal”.

3: Fernando Santullo

“Amargo letargo”

Junto al colectivo artístico de “Bajofondo”, el ex líder de “Peyote Asesino” se lanzó a su aventura más personal. Fernando Santullo puso todo su talento al servicio de su debut solista (“Bajofondo presenta Santullo) y el resultado fue el mejor disco del año y uno de los más brillantes de la década. Con el “hip hop” como eje estético, Santullo le proporciona al género (importado) un color bien uruguayo gracias al mestizaje con sonidos rioplatenses como el tango y la milonga. Entre las muchas canciones impactantes del álbum, tal vez sea “Amargo letargo” la que resuma mejor el concepto de fusión que predomina en el disco de este “payador electrónico” del nuevo siglo.

4: Alejandro Balbis

“Como la brisa”

Pese a su exitosísima carrera como murguista, sus célebres talleres de murga en Buenos Aires y sus colaboraciones con grandes bandas argentinas como “Bersuit Vergarabat”, tuvimos que esperar al 2009 para descubrir la real dimensión musical y poética de Alejandro Balbis. En su demorado disco debut, “El gran pez”, Balbis presenta una colección de canciones que dan vida a una de las obras más deslumbrantes del año. Un crucigrama musical que tiene de todo: música brasileña, murga, rock, folclore, ska, milonga y una explícita intención de manifestar sus múltiples influencias nacionales e internacionales. De esta entrañable mixtura surge la encantadora, evocativa y folclórica “Como la brisa”.

5: Socio

“Clic clic clic”

Si bien en su documento de identidad figura Federico Lima, en el ambiente musical se lo conoce como “Socio”. El solista es una de las figuras de recambio de la escena nacional y con la edición de su debut discográfico (“Socio”), nos convence que quiere llegar lejos. Sofisticación pop, música electrónica y melodías envolventes, se confunden sutilmente en canciones como “Clic clic clic”.


6: La Saga

“Las cosas que no se aprenden”

Más allá que ésta canción recién será editada oficialmente en el 2010, su estreno junto a otros temas sueltos durante el 2009, hacen vislumbrar que el cuarto disco de “La Saga” será uno de los álbumes más impactantes de la temporada que viene. Por ahora, la mágica fusión de potencia rockera y estribillos murgueros (gentileza de Alejandro Balbis) conseguida en la canción “Las cosas que no se aprenden”, es más que suficiente para que la banda se gane un lugar dentro del cancionero del año.

7: Vieja Historia

“Bonanza”

La efervescente escena musical uruguaya, siempre guarda margen para las sorpresas. La sorpresa de este año se llama “Vieja Historia”. Una banda que experimenta con un género poco visitado por los músicos nacionales: “el country”.
Con una calidad sonora sobresaliente, se transformaron en una de las revelaciones del 2009. En su disco “Doméstico”, dejan en claro sus ambiciones… Ambiciones que llegan bajo forma de canciones como “Bonanza”.

8: Hereford

“De cerca”

Esta canción da título al último disco de la banda uruguaya. Un álbum en vivo en que “electrifican” y “desenchufan” clásicos de su repertorio y canciones ajenas. En el tema “De cerca”, bajan decibeles, resignan potencia guitarrera pero ganan gran sensibilidad pop. Porque –al fin y al cabo- este álbum presenta a todos los “Hereford” posibles. Al que suena “rápido y furioso” y al que suena “calmo y sensible”. Dos caras de una misma moneda rockera.


9: No Te Va Gustar

“Cosa Linda”

Este año, “No Te Va Gustar”, una de las súper bandas nacionales, no editó material nuevo. NTVG agotó su tiempo llenando estadios (en Argentina y Uruguay); agigantando su fama entre críticos de rock y público (su líder, Emiliano Brancciari, fue tapa de la mítica Revista “Rolling Stone”) y copando las cadenas internacionales de música con sus clips y recitales (el canal “Much Music” los consideró a mitad del 2009 “artistas del mes”).
Entre tanto éxito, echaron un vistazo a los orígenes y sacaron una edición aniversario de su disco debut: “Solo de noche”. Un “álbum recargado” que llegó en formato de lujo (con rarezas y tomas inéditas) a diez años de su publicación. Desde allí, entregaron una rejuvenecida versión de uno de sus primeros clásicos, “Cosa linda”, junto a Alberto “Mandrake” Wolf.

10: Álvaro Carballo

“@ por MSN”

Casi sin querer, este tema se volvió un clásico de la programación de “Emisora Principal” (107.9). Coincidiendo con la presentación de Álvaro Carballo en San José (a mediados de año), su tango “@ por MSN” se convirtió en toda una revelación. Combinando con desparpajo, sentido del humor y música ciudadana, Carballo nos probó que los tangueros no solo están para llorar por sus penas de amor sino también para reírse de sus desventuras amorosas con las “ciber novias” que conocen por Internet.
“@ por MSN”, un tanguito “doble clic” que no podía faltar en este “Top Ten” de música típica, rock & roll y hip hop, “para toda la cuenca del plata”…

Ranking 2009: Las cinco mejores canciones de la música anglo

Oído absoluto (Parte 2)

Por Diego Sebastián Maga
Lo mejor de la música anglo se dividió entre bandas clásicas y nuevos talentos femeninos. Sí, la ambición y sensibilidad de las chicas llegaron mucho más lejos que las de los chicos por eso el ranking 2009 de las mejores canciones de habla inglesa tiene “perfume de mujer”.

Este “top five” con los temas anglo del año comienza así…

1: Pearl Jam

“The Fixer”

Protagonizaron el último gran aullido del rock. Un grito salvaje y desafiante que llegó a principios de la década del noventa y se llamó “grunge”. Un movimiento de sonido crudo y directo y de una poética visceral, que salió del interior de bandas como “Pearl Jam”. Una banda estadounidense que (junto a “Nirvana”), alborotó el avispero pero –con el paso de las décadas y la llegada de la adultez- fue perdiendo la intensidad primigenia. Un poderío que acaba de recuperar con la edición de su último álbum.
En Backspacer”, “Pearl Jam” une las dos puntas de su ciclo vital y musical. Y el efecto es explosivo: son 11 enérgicas canciones que atraviesan los oídos en menos de 40 minutos. Con la urgencia de sus tiempos juveniles y la reflexión propia de la experiencia, los liderados por Eddie Vedder entregaron temas contundentes como “The Fixer”. La “prueba viviente” de un grupo clásico que se niega a que lo den por muerto.

2: Regina Spektor

“Laughing With”

La ecuación es la siguiente: voz + piano = magia. Con su último disco, Regina Spektor vuelve a pulsar las emociones de quienes le prestamos los oídos. Desde la alquimia perfecta entre “escuela clásica” y “nuevas tendencias”, convence al mundo que es uno de los nuevos talentos de la música internacional.
Nacida en Rusia y nacionalizada norteamericana, la solista volvió a probar que “pop” y “profundidad” no son términos contradictorios.
En su quinto disco, “Far”, ratifica que es una de las artistas con más futuro de la escena global. Y una muestra de ello es la bellísima “Laughing with”.

3: U2

“Il’l go crazy…”

Son gigantes pero confirman disco a disco que siempre se puede ser más grande. Las ambiciones de U2 son desproporcionadas; como su obra. Aumentan en proporción directa a sus años y éxito. Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton, pegaron otro estirón con la edición de “No line on the horizont” (“Ninguna línea en el horizonte”). En esta placa discográfica, el mítico cuarteto irlandés entrega baladas épicas como “I’ll go crazy if I don't go crazy tonight” y el mundo vuelve a rendirse a sus pies.

4: Gossip


“Heavy Cross”

Con la vocalista Beth Ditto como heroína, la banda norteamericana se convirtió en el “suceso bolichero” del año. Con un sonido marcadamente disco, “Gossip” produjo una de las mejores obras pop del año. Con el intenso disco “Music for men”, reclamaron al mundo la corona del “reino discotequero” y escuchando potentes canciones como “Heavy Cross” (de atrapante densidad rítmica y “hiteras” guitarras “ochentonas”) nadie se la puede negar.

5: Norah Jones

“Chasing Pirates”

Con el jazz y el pop como coordenadas de su viaje, la inquieta vocalista y pianista norteamericana volvió a sensibilizar al mundo con baladas infalibles como “Chasing pirates” (“Persiguiendo piratas”). Nueva obrita maestra de su vertiginosa y ascendente carrera solista que forma parte de su último disco: “The fall”. En él, la neoyorquina Norah Jones sale a navegar y saca a flote otro puñado de canciones encantadoras.

Ranking 2009: las 10 mejores canciones de la música hispana

Oído absoluto (Parte 3)

Por Diego Sebastián Maga
Soul, pop, rock o folclore. Todo en nuestro idioma. Esta tercera entrega con la música más sobresaliente del año se completa con las mejores canciones surgidas de la escena musical de habla hispana. Un cancionero en el que más que “artistas revelación” abundan los “viejos y sabios guerreros” de toda la vida.

Este ranking de habla hispana comienza así…

1: Los Tipitos

“Siguiendo la luna”

Independientemente de su buen pulso pop para escribir canciones, “Los Tipitos” son especialistas en redescubrir canciones clásicas del rock argentino y en el 2009 lo volvieron a conseguir. La banda fue convocada para participar del disco tributo a los “Fabulosos Cadillacs” tocando un “cover” y en esta nueva versión de “Siguiendo la luna” que diseñaron para el álbum “Vos sabés como te esperaba” iguala o supera a la canción original de los “Cadillacs” y eso es mucho decir.


2: Loquillo

“Cruzando el paraíso”

Mito viviente. Artista de culto. Maestro generacional. Héroe indiscutido del rock español. Todo eso es Loquillo. Con varias décadas pateando la ruta y muchas batallas ganadas, el músico inyectó más grandeza a su leyenda con la edición del último disco “Balmoral”. Allí, junto a avanzados alumnos como Andrés Calamaro, vuelve a dar cátedra en canciones imbatibles como “Cruzando el paraíso”.



3: Joaquín Sabina


“¡Ay, Carmela!”

Lo que convence de Joaquín Sabina es el mundo que ha creado, inseparable de su voz quebrada, llena de humos, rebeldías, malas noches, amaneceres y sentimientos malheridos. Tras cuatro años de silencio, en el 2009 editó su disco “Vinagre y rosas” y con él –como si le hiciera falta- agigantó su reputación de compositor.
El genial cantautor español, nos regaló uno de los álbumes más inspirados de su carrera (en una historia ya de por sí inspirada). Este bohemio empedernido y poeta del alma, canta historias –generalmente- autobiográficas- como solo él las puede cantar. En “¡Ay, Carmela!” le canta a su hija –en tiempo de vals- y uno no puede menos que emocionarse y esperar con ansiedad a escucharla en vivo cuando este verano actúe en Montevideo.

4: Gustavo Cerati

“Déjà vu”

Es la “bestia pop” por excelencia. No deja de buscar, crear y reinventarse. Y en estos constantes procesos creativos sigue produciendo clásicos en serie. Este año, Cerati editó el disco “Fuerza natural” y en su plenitud creativa volvió a experimentar con el pop, la electrónica, el rock, el folk y todo aquello que sea música.
Mutando de eléctrico a desenchufado, este 2009 agregó otra perlita a un largísimo collar de éxitos. Esa perlita se llama “Déjà vu”.

5: Cabezones

“Contra el mundo entero”

Más allá de sufrir deserciones varias y a quedar con uno solo de sus fundadores (Cesar Andino), “Cabezones” se las ingenió para preservar el sonido poderoso y la lírica más bien oscura (atravesada por destellos pop) de sus orígenes.
En su más reciente producción discográfica (“Germinal”), temas como “Contra el mundo entero” consiguen elevan el concepto estético. Tanto así que “Contra el mundo…” empuja a “Cabezones” al “juego grande” del rock argentino después de ser –a fines de los noventa- una banda revelación que –sin embargo- solo se quedó en eso. En este 2009, la bandita buscó convertirse en una “gran banda”. Y “Contra el mundo…” presenta vestigios de “la grandeza” buscada

6: Las Pelotas

“Personalmente”

Si la muerte de su vocalista, Alejandro “Bocha” Sokol, estuvo dentro de lo peor del 2009, su disco “Despierta” está entre lo mejor del año. Pese a la pérdida, la banda, ahora liderada por Germán Daffunchio, no resignó inspiración ni luces en el disco más completo que entregó el rock argentino en este año.
Desarrollando multiplicidad de atmósferas sonoras, “Las Pelotas” confirma que después de toda tormenta (por brutal que sea), sale el sol. Luminosas canciones como “Personalmente” nos convencen de ello.

7: Mercedes Sosa

“Barro tal vez”

Sin dudas, el último disco grabado por Mercedes Sosa, es uno de los más finos y conmovedores del año. Antes de morir, la deslumbrante cantante argentina nos regaló el álbum “Cantora” y agigantó su mítica figura.
En este álbum (grabado poco antes de morir), puso su incomparable voz al servicio de clásicos del repertorio latinoamericano, en entrañables dúos con los más talentosos artistas continentales.
En “Barro tal vez”, esta pieza folclórica escrita por Luis Alberto Spinetta (con quien la canta), frases como “si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro”, cobran una dimensión artística y humana que sacude el alma.
La despedida con grandeza de una artista cada vez más grande.

8: León Gieco

“El fantasma de Canterville”

Si bien en su nuevo disco (“Un León D- Mente”), León Gieco canta temas absolutamente conocidos, estos clásicos se escuchan renovados. Una colección de viejas canciones que suenan como nuevas gracias a la potencia rockera inyectada por la banda que acompaña al músico argentino. Esa banda es “D – Mente” y es liderada por Andrés Giménez (ex componente del grupo “metalero” A.N.I.M.A.L.)
En este álbum, descubrimos a un León que ruge como nunca. Canciones como “El fantasma de Canterville” (escrita por Charly García) suenan con una energía demoledora que complementa la potencia histórica de las letras de Gieco.

9: “Los Fabulosos Cadillacs”

“Soledad”

Regresaron en el 2008 con disco (“La luz del ritmo”) y mega gira continental pero esa gloria les quedó chica y fueron por más. En el 2009, “Los Fabulosos Cadillacs” editaron un segundo álbum con temas nuevos y “covers” de algunos de sus clásicos. En “El arte de la elegancia” probaron al público y a ellos mismos, que les tienen energía suficiente como para jubilarse de su propia leyemda.
Pujantes canciones como “Soledad”, dejan en claro que el “combo latino” (de avasallante sección rítmica y de vientos) está en su mejor forma y que los “Cadillacs” tienen condiciones de sobra como para seguir siendo “Fabulosos”.

10: Macaco

“Moving”
Si bien es una banda originaria de Barcelona, Macaco es un colectivo en el que conviven músicos de Brasil, Venezuela, Camerún y –obviamente- España. Sus influencias responden a los diversos orígenes de sus componentes. Por eso las canciones son un irresistible cóctel de música electrónica, sonidos latinos, folk, rock, rumba flamenca y pop, con letras que se cantan en inglés, portugués, francés, catalán e italiano.
De esta asombrosa miscelánea de culturas, estilos e idiomas, está hecho su sexto disco: “Puerto Presente”. Una juguetona mescolanza que se constata en temas absolutamente pegadizos como “Moving”.

martes, 9 de diciembre de 2008

“La luz del ritmo”: un regreso “Fabuloso”

Los “Cadillacs” se reinventan con un nuevo CD

Es como que ser moderno implica volver a los clásicos. O tal vez suene mejor así: el éxito de hoy depende –más que nunca- del ayer. Actualmente, los “presentes gloriosos” de las bandas de rock dependen de cuanto pasado lleven consigo.

Por Diego Sebastián Maga
Quizás por ello, el rock actual se resista tanto a apostar por lo nuevo. De modo tal que tenemos bandas que se dedican a repetir fórmulas probadas y a reciclar estéticas infalibles de los sesenta, setenta u ochenta… O bien, bandas de los sesenta, setenta u ochenta que prefieren volver antes que su “gloria pasada” les sea arrebatada por estas “malas copias” del “sonido original”.
Así es como –con honrosas excepciones- se perdió el gusto por el riesgo, por los desafíos artísticos, por el ingenio… Las “banditas” emergentes no salen a ganar, por miedo a perder y sacan al mercado unos discos que son un “empate con gusto a poco”. El mercado acota sensiblemente los impulsos por arriesgar y reduce todo a una colección de “lugares comunes” que nos llevan a la frustrante conclusión: “esto ya lo escuché antes… Y mejor.” Con esta tendencia agravada, no asombra que “el último grito de la moda” sea la “fiebre retro”.
Ahora bien, muchas veces esta ruta en dirección a los “tiempos idos” tiene sus riesgos. Cuando una banda que retorna pretende vivir exclusivamente de su pasado, ese regreso se puede asemejar más a una expedición arqueológica que a una reinvención.
Con esa actitud, es posible que lo que encontremos sean solo ruinas, polvo, inmovilidad y –especialmente- decepción.
Por ello, presiento que la modalidad de “regreso” elegida por “Los Fabulosos Cadillacs” es la más digna de todas. Me refiero a que no volvieron a darnos “más de lo mismo”. Por supuesto que desempolvan sus clásicos pero a la vez llegaron para construir algo más sobre su mítico pasado. Algo que sirva de “futuro recuerdo”. Y para que eso ocurra, no solo salieron de gira sino que editaron “La luz del ritmo”. Un disco (de estudio) en el que conviven armónicamente “ayer” y “hoy”. Y el puente que los conecta son las canciones. Trece en total: cinco son nuevas, seis reversiones y dos “covers”.
Un clásico demoledor como “Mal bicho” se convierte en un inflamable “funk” que camufla la actitud combativa de la letra detrás de la deslumbrante “pared de sonido” que levantan los “vientos”; con una “polenta” tal que te mueve aunque no quieras (si bien, no supera a la versión original, tiene un “swing” tan potente como irresistible).
Otro de los temas viejitos remodelados es “Muy, muy temprano”: aquí, las sugestivas líneas de saxo y armónica subrayan la cadencia de un “reggae” encantador (uno de mis cortes preferidos, con Vicentico en la voz). En él, un adolescente despreocupado se toma la vida con humor y muy conciente de que hay humores que matan: “hoy desperté y me sentí enfermo. / ¿Qué será lo que habré soñado? / Seguro viejo, es lo de siempre, / anoche terminé medio tomado”. Confesiones de un chico que bien podría ser un “Cadillac”: estos “eternos adolescentes” que sintonizan con la idea de este “pibito” al que –poéticamente- “todo le chupa un huevo”: “sé que moriré riéndome” repite y esa frase es toda una declaración de principios de unos músicos cuarentones y regordetes que -aún en la cima- nunca se tomaron muy “en serio” la pose artificial de ser “estrellas de rock”.
Otra de las relecturas de su viejo repertorio es “Los condenaditos”: tratamiento “jazzístico” y oscuro que realza el dramatismo (ya de por sí, perturbador) de la canción original.
Entre el nuevo material que incluye el CD, cabe detenerse en “Nosotros egoístas”. Un fresco y sentido “tributo pop” a “Toto” Rotblat, componente de la banda que murió poco antes de emprender el regreso. Dicen que “cuando un amigo se va deja un espacio vacío”; en este caso, ese “vacío” se llena de emoción gracias a este tema que conjuga la luminosidad de la música (dirigida por la guitarra acústica y cantada por Flavio Cianciarullo) con la pena irremediable por la partida: “como quisiéramos que te quedaras con nosotros. / Todo se acaba. / Espero que dure una eternidad cuando te reías. (…) El pulso del ritmo de tu voz / sobre nuestras espaldas. / Ahora son como un lastre de caricias que nos hacen falta. (…) Hoy ya no somos lo mismo. / Se nos hace difícil actuar por quererte y no tenerte. / Nunca dejaremos de escuchar lo que nos dijiste / el día en que te fuiste” (imperdible).
En “Flores”, otra de las novedades, aparece el “combo latino” (y “100 % Cadillacs”) en todo su esplendor. Y, como lo demanda la impronta “fabulosa”, se entrega un lujoso y avasallante ejercicio de percusión. Aquí, en las letras, vuelven a ser corrosivos (¡cuando no!) con las obsesiones de “super star” que abundan en el ambiente “rocker” y desmitifican la desesperada y atormentada búsqueda del éxito: “palpitando una salida para poder llegar (…) ¿Quién sos vos? / ¿Dónde vamos? / ¿Qué me decís? / Nada nuevo descubrí (…) ¡No dimos para el record!... / Alivio de las flores.”
Otro de los “nuevitos” es “Hoy”. Una de esas obritas lentas y sensibleras de Vicentico que se encuadran en la línea de sus composiciones para sus últimas placas solistas.
Por último, y ya metidos en los “covers”, no podemos omitir la sorprendente versión en español de “Should I Stay or Should I Go” que lleva la urgencia “punk” del histórico tema de los “Clash”: “yo solo quiero saber hoy, / si me quedo o me voy. / Hay veces que no puedo más, / siento que llega el final.”
Con irregularidades, “La luz del ritmo” hace de estos “Cadillacs” una banda en movimiento. Que se reinventa. Que cambia para seguir siendo la misma. Porque, después de todo, el pasado es inmodificable y glorioso; pero todavía queda un futuro igual de glorioso por inventar. Un futuro que –por lo que escuchamos- va a ser tan “fabuloso” como siempre.